La sostenibilidad ambiental en la región de Sabana Centro en Cundinamarca

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La reserva natural de la sociedad civil Ecoparque Sabana, declarada como tal por Parques Nacionales Naturales de Colombia y el Ministerio de Ambiente en 2017, se encuentra ubicada en el municipio de Tocancipá (Cundinamarca), reconocido como uno de los municipios industriales más grandes de Colombia.

La Fundación Parque Jaime Duque está convencida de que la restauración ecológica de los humedales Jaime Duque y Arrieros, como la conformación de un bosque nativo de más de 70 hectáreas promueve y fortalece la sostenibilidad ambiental en la región de Sabana Centro en Cundinamarca, generando un impacto en el ámbito local y regional a partir de la integración y participación de las comunidades y las diferentes entidades gubernamentales y no gubernamentales presentes en el territorio.  De esta manera contribuimos no sólo en la recuperación de ecosistemas vitales, sino también en la salud del planeta y de las personas, enmarcados en procesos de co-creación y solidaridad. Esta unión de esfuerzos posibilita la generación de acciones tangibles para la conservación del agua, fortalecer los corredores biológicos, recuperar la biodiversidad propia de la región e incidir positivamente en la mitigación de gases de efecto invernadero en el corazón industrial del departamento.

Nuestra experiencia así lo demuestra. La reserva natural Ecoparque Sabana, un lugar donde antes solo había ganado y cultivos forrajeros, con una matriz de potreros y cuerpos de agua sedimentados, colmatados e invadidos por vegetación exótica, hoy se pueden apreciar plantas y animales propios de la Sabana de Bogotá, dejando en evidencia la importancia de restaurar y conservar nuestros ecosistemas para disminuir la pérdida de extensión de humedales y su biodiversidad, además de hacerle frente a los efectos del cambio climático que requieren de la sostenibilidad ambiental del territorio a partir de la sinergia entre su gente.

El proceso de restauración se proyecta a 20 años, de los cuales apenas llevamos cuatro. Aun así, en este corto tiempo hemos pasado de 15 especies de aves registradas, a contar hoy en día con 118 especies, siete en peligro de extinción y varias migratorias australes y boreales. Este no es el único grupo de fauna que se ha beneficiado; la reserva provee hábitat a 15 especies de mamíferos, una de anfibios y dos reptiles. La flora propia de los Andes está ampliamente representada, con más de 60 especies nativas incluyendo ocho bajo categoría de amenaza como el nogal y el pino romerón.

Aunque esto parece alentador, la otra cara de la moneda relacionada con los cambios en el paisaje de la Sabana de Bogotá, demuestran la gran pérdida de humedales que ha forzado el desplazamiento de animales en búsqueda de áreas para refugio, alimentación y reproducción. Posiblemente algunas especies e individuos cuenten con la suerte de encontrar escenarios como Ecoparque Sabana y las que no, tristemente perecen en el camino.

Así lo evidenciamos con una de nuestras aves objeto de conservación. La Tingua de pico verde (Porphyriops melanops bogotensis) es una subespecie endémica de la sabana de Bogotá que se encuentra en peligro de extinción y que hace parte de nuestro logo. Un individuo de esta especie, cuyo desplazamiento estaba siendo monitoreado por medio de telemetría, indicó que los movimientos desde Ecoparque Sabana hacia el Río Bogotá se estaban dando a través de los vallados (muy característicos de la zona implementados por las empresas para prevenir inundaciones en sus predios). Durante sus desplazamientos, esta Tingua murió al quedarse atascada en una cerca. Aunque se supondría que por ser un ave puede volar, los registros de ese individuo y 15 más, evidenciaron la gravedad que representa la fragmentación del paisaje, la importancia de los vallados en la conectividad ecológica y la necesidad de hacer de la Sabana de Bogotá un lugar para todos, impulsando el equilibrio ambiental.

Durante este tiempo hemos aprendido sobre las dinámicas de nuestros ecosistemas y compartido este conocimiento con las comunidades aledañas, empresas y visitantes en general con la esperanza de hacer de Ecoparque Sabana un espacio que impulse el cuidado y restauración del paisaje de la sabana, que alimenta a millones de personas en el departamento y alberga una altísima biodiversidad. Nuestro propósito: cultivar con amor un legado de conservación.